Todo el mundo tiene una opinión acerca del
señor Justo Orozco. Yo tengo la mía pero, - citando una frase en Facebook que
leí hace unos días- “Mi opinión cambia conforme adquiero nueva información”.
Con esto no vengo a decir que me agrade, no,
creo que preferiría ver Teleclub 24 horas seguidas o asistir a un stand-up de
Nel López antes de conocer a este individuo.
Pero hoy, después de leer los comentarios con
respecto al debate que propició Telenoticias mi percepción cambió, se hizo más
extensa. Les voy a explicar por qué.
Solía creer que Justo Orozco era un ser
despreciable luchando por lo que él cree
que es correcto. El problema es que ingenuamente no me di cuenta que tiene tantos seguidores
como detractores ¡Genio! Descubrí el
agua tibia.
Lo anterior me hizo pensar que estamos en un momento
histórico, imaginemos que es previo a
cuando Rosa Parks decidió no entregar su asiento en el bus, aquel primero de
diciembre de 1955.
Es hora de que todos los que tenemos un
pensamiento más abierto, que hemos dejado el dogma impuesto por la religión y
por las estructuras sociales hagamos lo mismo, no le demos el asiento a Don
Justo y ese poco de gente que lo eligió. Esa gente que cree que la sociedad no
evoluciona, que todo es cuadrado.
Los cambios inician por un poco de personas que
se atreven a pensar diferente, yo mismo he sido objeto de una transformación en
la forma de ver el mundo, primero definido por el dogma de la Iglesia, después
la Universidad me puso a cuestionarme cosas y finalmente la ciencia y
conversaciones interesantes con gente que piensa similar me hicieron formarme
un criterio, pero eso tomó 28 años.
En Costa Rica es difícil decir lo que uno
piensa, por más libertad de expresión, siempre hay presiones sociales y
discusiones que uno se quiere evitar. En el ámbito que sea, preferencias
sexuales, religión, fútbol, color político, críticas al país, entre otras.
Un buen amigo no creyente, me dijo una vez: “Yo
aprendí que en este país hay que ser un ateo de clóset”, yo me pregunto
¿Quiénes más están en el clóset? Acá
quiero aclarar que no tiene que ver con la solicitud de Don Justo para que
otros diputados salgan del clóset.
En el clóset no sólo están los homosexuales
quienes reprimidos por una sociedad sexista
se cohíben de ser quien son, también estamos los heterosxuales que aunque
decimos que apoyamos el matrimonio homosexual jamás iríamos a una marcha para
apoyar a algún amigo que busque obtener los mismos derechos que tenemos mi
novia y yo para formar una familia. A mí que no me vean en eso, ¡La vacilada
que le pegan en el trabajo! ¡Quedás marcado como un playo!
Escondidos por ahí están los que se cuestionan
cosas, a veces basadas en el sentido común, que no expresan lo que piensan por
la represión de una tradición religiosa, de una tradición machista y retrógrada.
Pero ahí vamos, la lucha no puede claudicar, el
sentido común, la ciencia y el bienestar ciudadano deben prevalecer sobre las
diferentes creencias, pero eso empieza desde nosotros mismos, aunque sea
publicando memes en Facebook, al rato y eso lleve a alguien a hacerse
preguntas.